Bienvenido al Club: la noche en la que Club del Río hizo magia en Madrid

El pasado viernes 24 de enero estuvimos en el final de gira de Club del Río: vivimos una noche especial y mágica en la Sala Galileo Galilei de Madrid

Hay noches que se aventuran mágicas, incluso antes de que sucedan. Imaginaos cuando se trata de Club del Río. Del final de gira de Club del Río. Un final de gira especial, que nos hizo viajar durante dos días seguidos a Madrid. Aunque nos quedamos, sin duda alguna, con ese viernes 24 de enero, que quedará para siempre grabado en nuestra memoria. Porque ellos han sido y serán una de las bandas que más nos hayan marcado, que más nos han acompañado, especialmente en los momentos más complicados de nuestras vidas. Hemos convertido sus canciones en verdaderos antídotos y en auténticos aprendizajes de vida.

Así que, el pasado viernes, con los nervios y la emoción que solo un concierto así nos puede dar, llegamos a la Sala Galileo Galilei, dispuestas disfrutar de un gran espectáculo. Buen recibimiento nada más llegar cuando al grito de «Abrázame», la banda lo hizo. Just lo que necesitábamos en ese preciso momento. Y es que así, «Es Natural» que nos veamos hasta capaces de movernos por «Arenas Movedizas» por ellos. La noche acababa de empezar, pero nosotras ya estábamos embelesadas, incapaces de levantar la mirada del escenario, por el que pronto llegaron también canciones como «Candela»«Famélico».

Como verdaderos reyes de la emoción, Club del Río supieron jugar muy bien con la magia: no solo por las grandes colaboraciones que se marcaron en «Terciopelo» con María de la Flor, en «Somos Uno» con Luismi Partera, en «Erosión» con Travis Birds o en «Vaivén», de nuevo con Luismi y María. Si no también por esos magistrales cambios de banda a trío. Momentos de los más especiales que no hicieron más que acariciarnos cada vez más el alma. Y es que así son nuestros queridos «Loboamigo»: especiales y únicos como ninguno. Lo fueron demostrando en todas y cada una de las canciones, desde esa mezcla perfecta que suponen «Condición» y «La Sed», hasta  «Montaña», pasando incluso por «Solo por un instante». La Sala Galileo Galilei se convirtió, esa última noche, en un verdadero «Guateque».

Fiesta desde la que fuimos capaces de viajar a la mismísima «Nigeria» y a diferentes «Tierras de Aquí y de Allí», en apenas dos horas. Ese es el poder de estos  «Ídolos», llamados Club del Río y que, a pesar de estar llegando al final de su concierto, aún nos tenían varias perlas más preparadas. Como «Bahama Mamma». O nuestro particular antídoto «Remedios», con el que terminamos llorando de la emoción: por lo que es, por lo que significa y por lo que ha supuesto en nuestras vidas. Y, por supuesto, «Estampida» como el mejor fin de fiesta.

 

También podría interesarte