
Ojete Calor revoluciona por completo toda la ciudad de Alicante
Carlos Areces y Aníbal Gómez pusieron patas arriba el Área 12 el pasado sábado 30 de septiembre, en el mejor final del verano que recordamos en la ciudad levantina
Verlos en directo siempre, siempre es un acierto. Y es que donde estén Ojete Calor, hay fiesta asegurada. Con esa sensación nos plantamos el pasado sábado 30 de septiembre en el Área 12 de Alicante, más que dispuestos a despedir la temporada de conciertos en el recinto levantino. Más con los mejores. ¿Qué sería del subnopop español si ellos no estuvieran? Pues los tendríamos que inventar, sin duda alguna. Aunque dudamos que fueran tan reales, tan auténticos, tan cuadro, tan ellos.
Llegamos con las ganas de darlo todo, de disfrutarlo y de ser testigos de uno de los espectáculos más esperpénticos y divertidos de nuestra vida. Aunque todo arrancó de una manera un tanto accidentada, al encontrarse el dúo manchego ante diferentes problemas técnicos. Pero fue entonces cuando esa capacidad de reírse de uno mismo hizo aparición, de la mano de Carlos Areces, que mano a mano junto a su compañero Aníbal Gómez, aseguró que «todo va según lo previsto». Un acontecimiento que tampoco impidió que el público se entregara desde el principio y coreara de principio a fin todas las canciones casposas con las que el dúo comenzaron su show. No faltó ninguna y es que hicieron un buen recorrido, desde «Un pueblo es», «Y yo te besé» de Jesús Vázquez o el hit compuesto por el IES Antonio de Mendoza. Aunque para arranque por todo lo alto, una vez solucionadas las incidencias, fue el poder corear por todo lo alto el mítico «Sigo siendo el rey» de Vicente Fernández.
Ahora sí que empezaba lo bueno, ahora sí que llegaba el momento de disfrutar de los Ojete en su pura esencia, con sus himnos y sus chascarrillos. Y es que para todas y cada una de las personas que estuvimos allí, no tuvimos suficiente con corear de principio a fin canciones como «Vintage», «Extremismo mal», «Laura no está» de Nek – y es que envueltos en papel de plástico, quisieron rendir homenaje a Laura Palmer, sí -, «Vete a tu casa (Freed from desire)» con su correspondiente twerking, «Agapimú», «Sinceridad no pedida», «Viejoven», «Mocatriz» y la finalísima, «Tonta Gilipó». También vivimos con intensidad los grandes momentos extra-musicales que nos regalaron. Desde el tartazo al asistente disfrazado de Frozen, hasta esos intentos de aumentar la rivalidad entre Alicante y Elche. O Alicante y València, extrapolando y tratando de imitación las Hogueras con respecto a las Fallas.
Pero es que es lo que hay, ya sabemos a lo que nos exponemos cada vez que decidimos ir a verlos. Aunque siendo honestos, no nos cansaríamos de Ojete Calor jamás. Aquí lo corroboramos nosotros, unos fieles seguidores de la banda, que una vez al año siempre caen. ¿Cómo no, pues? Divertidos como nunca, sólo ellos son capaces de sacarnos de la cabeza los problemas, aunque sea por un rato.