Jairo Zavala, nuestro Depedro, está de vuelta. Guardad la fecha: el 18 de octubre. Después de la inminente publicación de su «Todo va a salir bien» en 2018, regresa con nuevo trabajo: amigxs, cada vez está más cerca «Erase una vez», la nueva aventura del artista madrileño que, después de cinco discos, se prepara para enfrentarse al público más exigente y agradecido que puede haber: los niños. Público al que reconoce como oídos sensibles, inteligentes y conocedores.
Y es que el sello y la personalidad del artista madrileño, se encuentra patente a lo largo y ancho del disco. Pero en este caso, ha dado una vuelta de tuerca a todas y cada una de sus composiciones: desde la cumbia que cuenta las aventuras con el gran compañero Dragón, hasta el intento cada noche – a la maravillosa voz de su compadre Joey Burns (Calexico) -, para intentar que los pequeños guerreros de la casa se vayan a la cama. Toda una nueva aventura musical para Depedro, a la que ya se había asomado ligeramente con temas como «Chilla que tiemble» (incluido en «Nubes de Papel») o «Comanche» (de su trabajo homónimo). Y todas estas canciones, las envuelve en minuciosas melodías acompañadas de xilófonos, metales, sintetizadores y violines.
![]()
¿Qué hay escondido tras este nuevo «Erase una vez»?
¿Qué hay escondido tras este nuevo «Erase una vez»?«Erase una vez» es un álbum que valora a los padres y a las diferentes relaciones con los hijos. Con el amor como principal narrativa, Depedro nos recuerda lo importante que es no desprenderse nunca de ese espíritu noble y alegre de los niños. Un espíritu que nos hace de brújula y que nos impide perdernos en el camino hacia nuestra propia esencia. Se trata de una sinergia que nos sitúa en los niños que fuimos y los que ahora son nuestros hijos, nietos, hermanos, sobrinos. Se trata de reconocer en la piel ajena, eso que es tan nuestro.
Depedro le habla con honestidad a esas «cabecitas llenas de sueños», herederos del tiempo, guardianes de la imaginación. «Erase una vez» es un canto a la infancia, para caminar por las estrellas hasta la luna y mirar que aún en la fragilidad del mundo, siempre podremos soñar.