Y Sienna hizo magia en la Sala Continental de Barcelona

Los valencianos Sienna visitaban por primera vez Barcelona y lo hicieron para presentar su nuevo trabajo, «Tiempos de Impacto»

Hay artistas con tanta luz que encontrarse una y otra vez con ellos, significa un verdadero placer. Porque son capaces de contagiarte esas buena vibraciones, de hacer que te olvides de absolutamente todo lo malo y salgas renovado tras escuchar su música. Sienna es uno de esos artistas y su último trabajo, «Tiempos de Impacto» es la mejor prueba de ello. Diez perlas que han tomado forma en un perfecto álbum, capaz de abrirte la herida de par en par, de hacerla supurar y de curarla. Y el pasado viernes 21 de febrero, los valencianos sacaron a relucir toda su magia en la Sala Continental de Barcelona. Una cita muy especial porque, además, era la primera ocasión que visitaban la Ciudad Condal.

Eran cerca de las 22.00 horas cuando comenzaron a apagarse las luces y desde el mismísimo backstage, comenzaba a bajar a la banda. Tomando posiciones, comenzaban a resonar los primeros acordes de «Una presa que atacar» y fue entonces cuando, ¡zas! apareció el mismo Álex para comenzar con esta verdadera fiesta, que nos hizo atravesar diferentes estados de ánimo. Y es que con ellos, se puede pasar en un abrir y cerrar de ojos, del «Solo te noto a ti» al verdadero «Clímax Final» cual «Insensatos». Pero es que era inevitable, porque con Sienna «La ley de la atracción» es una máxima en todos y cada uno de sus conciertos. De hecho, al grito de «Sigue hasta que duela», supieron calarnos, supieron hacer que todos sus mensajes y melodías fueran directas «Al pulmón y a los huesos», a «La cabeza y el juicio».

Sin duda, estaba siendo un concierto de lo más especial, en el que tampoco faltaron temas como «Tu hipotético don», «Destello» o «Multitudes». Canciones que nos mantuvieron «Anestesiados» ante el inminente y «Épico» fin. Punto y final. ¿O solo era aparte? Parecía que todo había finalizado, pero el público pedía más. Como para no hacerlo. Y es que para los más asustadizos, este falso final del concierto, no era más que un «Simulacro»: antes de cerrar del todo, había que echar a volar «Como dos cometas». Volar. Objetivo más que conseguido con nuestros queridos Sienna.

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