«Siento que vuelvo a perder las riendas de toda mi vida». Una pérdida de control causada por un «Amor a la deriva». ¿Cómo salir, pues, de este bucle infinito? Delacueva nos lo explica en su nuevo adelanto. Nadie como él para darnos las claves para superar este tipo de relaciones llenas de idas y venidas, con cambios de dirección y con una incertidumbre constante que se retroalimenta dentro de la propia duda. Canta sobre esa difusa línea que separa, por un lado, el amor equilibrado y sano de, por otro lado, la histeria vertiginosa y la explosión que derivan en posesión y dependencia. Y es que, ¿quién no se ha sentido alguna vez en este punto? Como si estuviera tratando de dirigir una embarcación que ha perdido su rumbo y autonomía.
Una canción que nos ha atrapado de principio a fin, que muestra la nueva dirección que está tomando el zaragozano y que, además, cuenta con claras referencias a una de sus bandas favoritas: Arctic Monkeys. ¿Alguien más se ha dado cuenta del momento en el que menciona «Tranquility Base Hotel & Casino», ese sexto álbum de los de Sheffield? Pero es que no es la única mención artística que aparece en el tema, porque Julio Cortázar también aparece fugazmente. Y es que nuestro querido artista ha adaptado una pequeña frase de su conocido cuento «Estación de la mano». Múltiples referencias a la cultura pop, que ya vienen siendo habituales en el imaginario sonoro y lírico de Delacueva. Tan sólo esperamos que se vengan muchas más.
Contra todo pronóstico, Manuel de la Cueva no puede estar rompiendo más nuestros esquemas. Ya lo demostró con su primer adelanto «Cuando más te necesitaba», y así lo ha vuelto a hacer con este «Amor a la deriva». Y por lo que parece, ya podemos ir pillando fuerzas, porque si estos han sido los dos primeros avances, ¿qué nos espera del álbum? Se avecina discazo, familia.