Bihotza se abre en paso con su iniciático «Corona de espinas»
La banda liderada por Calero LDN e Iván Pozuelo «Guevo» sorprenden al mundo entero con su álbum debut, además de empezar a anunciar sus primeras fechas en directo
Cuando dos mundos aparentemente alejados convergen, tenemos como resultado una banda tan potente como es Bihotza. Formada por dos grandes músicos como son Calero LDN, un conocido cantante de rap que comenzó en la música en 2014; e Iván Pozuelo «Guevo» de Ska-P, acaban de estrenar su gran álbum debut, «Corona de espinas». Completando la formación en el local de ensayo y en los directos, tenemos a Chara Corrado al bajo y Elena Castelló a la guitarra. Hace algunos días, charlamos con Calero sobre el proyecto y esto es lo que nos explicó.
Antes de nada, darte las gracias por pasarte por Verdadera Locura, es un placer tenerte aquí y más ahora que acaba de ver la luz el primer álbum de Bihotza, «Corona de espinas». ¿Cómo nace este trabajo discográfico?
Calero. La verdad es que Bihotza como grupo ha nacido hace muy poquito y, la movida es que en enero o así, nos juntamos en el estudio a hacer sesiones un poco más de libre a ver si hacíamos algún single. Pero cuando nos quisimos dar cuenta, ya teníamos ocho canciones. Así que fue el momento perfecto para decirnos a nosotros mismos: «mira, salimos con todo, salimos con un álbum en vez de salir con un tema al mes más o menos». Así que en resumen fue un poco eso, surgió de manera un poco improvisada, pero acabamos lanzando toda la artillería pesada.
Improvisado pero, aún así, ¿cómo fue un poco todo el proceso creativo? Y más en tu caso, que vienes de un género tan diferente como es el rap y justo ahora os lanzáis con un álbum de rock.
C. La cosa está en que hace mucho tiempo, componiendo para mi proyecto de rap, compuse un tema más de rock que terminé dejando en la recámara. Surgió de manera un poco imprevista, aunque siempre ha sido un género que me ha llamado bastante la atención. Así que fue un poco sin esperarlo, llegar y decirle al equipo: «pues mirad lo que me ha salido, tengo esto, ¿qué os parece?» y, automáticamente, ellos flipar. Entonces como era algo que me gustaba y con lo que también quería experimentar, decidimos darle caña. Fue así como me fui metiendo en la movida, conocí a Iván que es el batería del grupo, y empezamos a juntarnos y ensayar en Madrid, porque todos son de allí. Al principio íbamos un poco así, sin pretensiones y con la idea de ver qué surgía. De coger la guitarra, de sacar un estribillo, de ir dándole forma a un par de ideas. Poco a poco, se fue dando todo de manera muy natural porque, al fin y al cabo, a mí no me supone un salto tan drástico. Y es que las letras siguen teniendo la misma esencia, tanto en el rap como en el rock, lo único que cambia un poco son los ritmos. Yo me sigo sintiendo cómodo y, al estar haciendo algo nuevo, siento que me he renovado a mí mismo y he experimentado.
Además, en este álbum hemos escuchado con Sebastián Teysera en «Perdí el control» y con Pulpul de Ska-P en «Carroñeros». ¿Cómo surgen ambas colaboraciones?
C. Pues esto fue cosa de Iván Pozuelo «Guevo», el batería de la banda, que es quien lo maneja todo. Yo le dije que, ya que íbamos a hacer un disco, que molaría tener un par de colaboraciones. Claro, él enseguida me contestó: «hay que buscar algo de Latinoamérica para sonar un poco allí, yo conozco a los de La Vela Puerca, seguro que si le mandamos la propuesta al cantante nos dice que sí». Y tal cual, les pasamos la canción y enseguida se sumaron, porque les moló un montón. Con Pulpul teníamos un poquito de ventaja, porque Iván es el batería de Ska-P y, además, estamos en la misma compañía de booking. Así que hicimos lo mismo, le pasamos el proyecto en cuanto lo tuvimos todo montado y enseguida dijo que sí a todo. Entonces empezar así, con gente tan grande del género ayudándote y echándote un cable, es una gozada y muy gratificante. Especialmente porque yo, con Ska-P, tengo recuerdos de cuando tenía 14 o 15 años y vivía en Bilbao, viendo unos conciertos de la hostia. Ha sido una guapada.
Precisamente esta canción con Pulpul de Ska-P, «Carroñeros» ha sido el focus track del álbum. Más allá de la colaboración, ¿qué tiene de especial para vosotros?
C. Es verdad que como era consciente de que Iván y Pulpul tenían trato, sí que enfocamos el tema de «Carroñeros» y lo creamos un poco sabiendo que era el ideal para hacerlo con él y, además, mostrándolo como último adelanto antes del álbum. Especialmente conociendo la trayectoria que tiene Pulpul. Así que fue un poquito premeditado, quisimos aprovechar las oportunidades lanzándolo como focus track y lanzando también el videoclip.
«Corona de espinas» vio la luz en julio, ¿cómo ha sido la acogida por parte del público en estos meses?
C. Yo me he sorprendido mucho, porque no esperaba que la gente comentase tanto sobre Bihotza. De hecho, pensaba que el cambio sería más lento, porque como yo vengo del género urbano, creía que la gente se extrañaría mucho más. Aunque sí que es verdad que ya había sacado algún tema más rock y ya me había marcado alguna colaboración. Pero aún así, estaba convencido de que a mi público le iba a costar adaptarse y qué va, al revés. De hecho, hace poco tuve un concierto de rap y la gente me preguntaba: «¿pero te vas a cantar temas de Bihotza?». Y yo: «no, a ver, hoy vengo a cantar mis movidas de Calero, cuando sea un concierto de Bihotza, me tiraré los temas de Bihotza». Y sí que es verdad que me he quedado muy sorprendido, porque hemos abierto el abanico a un público mucho más extenso que, con el rap lógicamente, no llegaba. Eestamos muy contentos, la verdad, he sentido que está siendo muy bueno.
Supongo que el siguiente nivel será llevarlo al directo ya que, por el momento, tenéis conciertos en Barcelona, Madrid y Bilbao. ¿Cómo te sientes, cómo os sentis?
C. En realidad ya nos hemos estrenado, tuvimos un primer encontronazo en Erandio, en Vizcaya. Aunque el resto de banda ya han tocado mucho porque han estado en otros grupos, para mí era muy nuevo y muy diferente. Pero fue muy bien y aquí voy a echarnos un poco las flores: lo tenemos muy ensayado y, en directo, sonamos mucho mejor de lo que suena el disco. Yo también me siento muy cómodo teniendo todo un equipo detrás porque, al fin y al cabo, cuando he ido con mi movida de rap, he ido solo con un DJ. Pero, en general, me siento un poco más desnudo en en escenario. Así que, con Bihotza, verme con dos tíos y una tía, que lo dan todo conmigo en el escenario es brutal. Me ayuda a crecerme, me da mucho fuego.
Sí que es cierto que el proyecto de Bihotza es nuevo, pero tu historia con la música viene de lejos. Así que hay una pregunta que me gustaría hacerte y es que, si pudieras volver atrás, ¿qué le dirías al Calero que empezaba en este mundo?
C. Le diría: «ponte el cinturón, porque vienen curvas y estáte tranquilo porque, tarde o temprano, con esfuerzo y trabajo todo llega». Y, por supuesto, que siga haciendo lo que le da la gana y que no se preocupase. Al final, se trata de ir subiendo escalones. Después de subir uno, siempre queda otro y otro. Lo que no puede parar es esa ambición, no puede permitir que nada le frene. Tanto que, a día de hoy y después de diez años haciendo música, creo que tengo más ambición que cuando empecé. Así que a mi «yo» chavalito le diría que se relaje y que siga haciendo las cosas como las está haciendo, que va por muy buen camino.
Bueno, ya quedan las dos últimas preguntas, que son con las que me gusta acabar siempre. La primera de ellas es, ¿qué canción de «Corona de espinas» identifica mejor el momento en el que estáis y por qué?
C. Yo creo que el tema que más nos identifica, porque es con el que más a gusto nos sentimos y el que más nos gusta tocar es «Perdí el control», con el cantante de La Vela Puerca. Fue la primera canción de todas que compusimos, que al principio a mí no me hacía mucha gracia, aunque al resto de banda sí. Pero cuando la tocamos en el estudio y lo creamos, dijimos: «hostia, esto esta muy guapo». Y el momento de cantarlo en directo es una pasada. Sin duda, es el que mñas identifica a la banda. Aunque no es mi favorito, mi favorito es «Noches frías» especialmente por la letra. Pero «Perdí el control» es el que nos une, si me leen los de la banda creo que estarán totalmente de acuerdo conmigo.
Y ya por acabar y por hacer honor al nombre de la revista, lo último es: ¿cuál es la verdadera locura que, en este caso, has cometido tú por la música?
C. La verdadera locura que yo he cometido, y que recomiendo que la haga todo el mundo, es apostarlo totalmente todo por un sueño. Yo terminé mis estudios sin decir que me quería dedicar a la música y pensando que ya tendría tiempo si todo salía mal. Me vine a Barcelona desde Bilbao, dejé a mi familia, dejé un montón de cosas atrás y no me arrepiento, aunque muchas veces sí que te planteas: «igual no es lo que tenía pensado en mi mente, pero es lo que me tocaba hacer para que todo funcionase». Así que la mayor locura, sin duda, es haberlo apostado todo, con una mano delante y otra detrás, por mi música. Ver que está siendo correspondido, está siendo muy positivo ahora. Y es que, pase lo que pase, los sueños son el motor de la vida. Ya sea lo tuyo la música, pintar o montar un negocio. A veces las cosas no funcionan, pero con trabajo y con ganas, al menos intentarlo. Que no se te quede la cosa dentro de no haberlo intentado. Que si te pegas la hostia, que te la pegues por haber intentado algo que te gusta y te apasiona.