Si hay un concierto que nos haya emocionado y electrizado a partes iguales es, sin lugar a dudas, el de Niños Bravos que, el pasado miércoles 24 de septiembre, inundaron toda la Sala El Sol de Madrid con las canciones de su nuevo y recién estrenado álbum, titulado «Grandes Éxitos». Un concierto que pasará a la historia y se quedará para siempre grabado en nuestra retina. ¡No es para menos!

Por supuesto, no hay noche sin maestros de ceremonias para amenizarnos la espera e indicarnos en cada momento cómo aplaudir bien o saber cuánto tiempo quedaba hasta el concierto? La mejor intro para todo lo que estábamos por vivir. Y es que eran las 21:30 en punto cuando Rita, Miky, Nacho y Dani saltaban al escenario para prenderlo: todo luz, energía y pura potencia. Una dosis de adrenalina que, para nada, nos esperábamos así y que acabó con una sala abarratodada de cabo a rabo.

Seis canciones que presentar en directo, un himno como «TERAPIA» para empezar y muchas, muchas ganas de pasarlo bien. Así es como se fueron sucediendo temazos como «Soy un tardón», «No puedo parar» o «Un beso y una flor», en honor al gran Nino Bravo; además de alguno nuevo como «Aire», «Muro», «Día de verano», «Rápido» y «La casa», con la que nos regalaron el momento más emotivo de la noche. Aunque, con toda seguridad, las grandes sorpresas vinieron de la mano de Ginebras, que se atrevieron a cantar con los madrileños «Unavailable» y de Germán de La Milagrosa, que hizo lo propio con «No quiero problemas».

Contra todo pronóstico, fue una noche que vivimos como una verdadera montaña rusa. Nuestras emociones volaron libres con cada canción que sonaba. Y es que podemos afirmar con total rotundidad que Niños Bravos se convertirán en una de las bandas de nuestro 2025: unos músicos increíbles, unas canciones que se enganchan como si fueran chicle y una actitud en directo completamente desgarradora. ¡Nuestros dieces para la banda, que dará mucho de lo que hablar! Si no, tiempo al tiempo.