Antonio Irún llegó a nuestra vida hace poco más de un año y, en ese momento, no éramos plenamente conscientes de cuánto nos iba a cambiar la vida con sus canciones. Aunque con su «Ciudad Plateada» ha roto todos los esquemas establecidos, liberándose por completo y mostrándose tal cual es. ¡Bendita locura y bendito disco! Al ritmo de pop y electrónica, esta obra conceptual ensueña un espacio queer e inclusivo donde el cuidado colectivo y la libertad afectiva serán fundamentales. Una joya repleta de luz y de color, que ha nacido de un complejo proceso de búsqueda e introspección, en el que el regreso a casa y las raíces ha sido imprescindible. ¿Cómo no enamorarse de ello?

Tal es así, que a lo largo de estas nueve canciones, Antonio aborda temas como la identidad, las relaciones, el amor propio, la sexualidad, el desamor y los refugios personales, construyendo un universo estético colorido, camp y queer, inspirado en la fotografía de David LaChapelle y la cultura pop que tanto a marcado la infancia de Antonio. Y si Germán Mingote de House of Light Studio vuelve a ponerse a los mandos en lo que respecta a la producción, grabación, mezcla y masterización, tenemos el combo completo. Un trabajo redondo y precioso, que en directo adquiere una nueva dimensión. Así lo pudimos vivir el pasado 25 de octubre en Fotomatón de Madrid, en una de las grandes puestas de largo del álbum. La primera de todas las que están por llegar y si no, tiempo al tiempo.

Justo el mismo día del concierto, aprovechamos para desvirtualizar a Antonio y charlar largo y tendido con él. Una charla increíble, en la que el artista nos dio todos los detalles sobre su proyecto musical, ¿quieres saber todo lo que nos contó? ¡Pasen, lean y disfruen!