Eva Fort y Matilda Mirana llenan de magia el Paral·lel 62

El pasado viernes 14 de junio, las dos artistas celebraron el año de vida de sus dos preciosos discos: «Closure: an ending in 4 acts» de Eva y «El viaje» de Matilda

Ha pasado poco más de una semana de uno de los conciertos más bonitos y mágicos que hemos vivido. Porque si la música no está para curarnos y para celebrar todas las cosas buenas que nos suceden en la vida, ¿para qué está? Eva Fort Matilda Mirana saben bien de lo que hablamos. El pasado viernes 14 de junio nos enamoraron a todos los que fuimos a verlas al Club Paral·lel 62 de Barcelona. Estábamos de aniversario, tocaba cantar a pleno pulmón las canciones de sus últimos trabajos discográficos. Y es que tanto «Closure: an ending in 4 acts» de Eva como «El viaje» de Matilda cumplían un año de vida. Dos EP’s que han marcado un antes y un después en sus carreras, pero también en nuestro proceso vital.

La primera en salir al escenario y romper el hielo fue Eva Fort que, acompañada de toda su banda. Lo hizo con «Home» sonando. El mejor tema para abrir esta cita inmejorable y a la que fueron sucediendo, una a una, otras como «Inhale exhale», «Colored skies», «Second chances» o «Kick me out». Aunque, contra todo pronóstico, el momento más emocional llegó con «Nit d’estiu» cuando se quedó ella sola sobre el escenario para cantar su única canción en catalán, especialmente dedicada a su madre. Volviendo en sí y más que preparada para acabar por todo lo alto, este precioso directo punto su punto y final con tres himnos como son «Funny», «Sight» e «idk».

Matilda Mirana fue quien cerró esta noche mágica y especial, a ritmo de las canciones de su disco, además de alguna que otra versión. Desde «Hacia lo salvaje» hasta «Lobo hombre en París» o «Ayayay!», pasando por otras propias como «Sin señal», «Salvarme», «Las bestias» o «El perdón». Sin olvidarnos del momento tan bonito que vivimos cuando la propia Matilda se quedó con Èlia Lucas al teclado. Unos minutos que fueron directos a nuestro corazón y que no olvidaremos jamás. Porque es que todo lo que toca, lo vuelve mágico.

Una noche que jamás olvidaremos y que desearíamos volver a repetir una y otra vez. ¿Alguien más que estuviera allí y que se siga sintiendo como nosotras?

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