Mariana També nos muestra su viaje más íntimo y personal

Si existe algo en el mundo que signifique hogar y espacio seguro para Mariana També es, sin duda alguna, la música. Ese lugar en el mundo en el que encontrar consuelo y liberación. Musicalizando un retrato crudo y genuino de todas sus emociones, profundizando aún más en su psique, ofreciendo una visión íntima de las complejidades de la vida y la experiencia humana. Así es como ha dado vida y forma a su último trabajo discográfico, «Cada vez que te digo adiós me siento rara». Un disco que se alza como un testimonio fiel de los altibajos de la vida. Como un viaje a través de la duda y la tristeza y, en última instancia, un camino que lleva a descubrir que en realidad no somos tan importantes como solemos creer. Tanto para lo bueno como para lo malo.

En lo que respecta a lo musical, Mariana ha dado un paso al frente, al atreverse a experimentar con nuevas sonoridades. Así es como se han ido sucediendo esos toques electrónicos y esas estructuras pop, obra y arte de Xenia. Y es que el tándem que ha formado con ella es ya indestructible. Imprescindible también el trabajo que ha hecho Ruven Ruven con la mezcla. Sin duda alguna, la mejor manera de poner punto final a un año agónico, en el que la compositora lo ha dado todo para sacarse un corta duración que le ha ayudado a entender por qué canta. Tanto, que «los temas son un reflejo de mis propias luchas e incertidumbres, expuestas al mundo para que las vea», comenta ella misma. Acompañando este trabajo discográfico, la artista ha estrenado una pieza visual de 14 minutos, que desafía la estética convencional y que cuenta con coreografía de Helena Freiría. Por su parte, los visuales y la dirección creativa, ha corrido a cargo de Álex Villarejo y Adrián Palomo.

Pero para entender el proyecto en su totalidad, conversamos largo y tendido con la propia Mariana També, hace apenas unos días. ¿Quieres saber todo lo que nos contó en la entrevista?