Mahmood pone del revés toda la Razzmatazz de Barcelona

El aclamado artista italiano presentó el pasado jueves 9 de mayo su último álbum «NEI LETTI DEGLI ALTRI» en la Ciudad Condal, donde colgó el cartel de entradas agotadas

Convertido en todo un fenómeno de masas, Mahmood tiene la capacidad de arrasar por todos los lugares por los que pasa. Tanto, que el pasado jueves 9 de mayo inundó toda la Sala Razzmatazz de Barcelona con su música y su particular manera de entender el mundo. Un concierto de esos que se te clavan en la mente y jamás salen de ella. Un concierto de esos que cuelgan el cartel de entradas agotadas y que se convierte en una verdadera locura. Todo, gracias al Festival Mil·leni, que tuvo un gran acierto a la hora de traérnoslo a casa. Contra todo pronóstico, no cabía ni un alma en el recinto y no era para menos. Muchos seguidores italianos y, puede, que algún que otro desubicado que, desde ya, se ha vuelto fanático. Como nosotras. Y es que sus directos no dejan indiferente a nadie, todos salimos de allí completamente transformados.

Absolutamente nada de lo que pudiera pasar fuera importaba más que lo que estábamos viendo dentro de la sala. Era la gran puesta de largo de «NEI LETTI DEGLI ALTRI», el último álbum del artista italiano, al que conocimos gracias al Festival de San Remo y a su doble participación en Eurovisión. Pero, lo cierto, es que su talento y su buen hacer han trascendido cualquier tipo de programa de televisión. Porque atrapa y magnetiza a partes iguales. Y eso en directo, adquiere una nueva dimensión. Tanta, que el público no dejó de vibrar durante la hora y media que duró el concierto. Incluso había personas que, desde las 3 de la tarde, estaban haciendo cola a orillas de la Razzmatazz. Para flipar, ¿verdad?

Fue así como todos, en coro, no dejamos de corear temas como «PERSONALE», «SEMPRE / JAMAIS», «COCKTAIL D’AMORE», «PARADISO», «Barrio», «Dorado» o la imprescindible «Brividi». Todo mientras Mahmood, entre canción y canción, nos dirigía unas cálidas palabras en un perfecto español. Momento ideal para que confluyeran la ternura, la electricidad, la potencia, la verdad y el discurso social. Porque el artista no da puntada sin hilo, esas es parte de su identidad y de su esencia. Eso es lo que hace que sea tan querido por el público. Y es que yendo de menos a más, nos atrapó y cautivó. Nos encandiló y no nos soltó. 90 minutos de directo que hubiéramos deseado que no se acabara jamás. Aunque poner el broche de oro con «TUTA GOLD» «Soldi» fue una manera espectacular de despedirnos.

Ahora no podemos hacer otra cosa que pensar en el siguiente concierto de Mahmood. Porque eso de rebobinar el tiempo y volver atrás, como que no se puede hacer, ¿verdad?

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