Fue en plena pandemia cuando tuvimos el placer de descubrir el universo sonoro de Lice y, desde entonces, no hemos podido salir de ahí. Con un talento innato y una capacidad de superarse, la artista catalana sorprendió hace apenas un mes con su recién estrenado sencillo, «Perdida». Una canción preciosa y conmovedora, de esas que se te clavan en el alma y nunca más vuelven a salir. Porque no puedes arrancártelas, pero tampoco quieres. Una canción que encuentra su grandeza en el minimalismo: piano y voz arropados por sutiles arreglos electrónicos, que dan vida a un himno especialmente dedicado a todas aquellas personas que sienten rabia y desasosiego, ante un mundo y una sociedad en la que es muy complicado encajar.
Una canción que ha sido producida por Lisandro Montes (Dorian) y con la que la compositora da un paso al frente en su prometedora carrera musical. Tanto, que con apenas 25 años se ha convertido en toda una experta compositora de gemas pop con sabor electrónico. Un camino que apenas está comenzando y que la llevará muy lejos. Es normal, si tenemos en cuenta esa voz personal que tiene, con historia y perseverancia. Una voz que está dando tanta vida a estas canciones, capaces de adentrarse de lleno en la grandeza de la vida. Que son capaces de pasar todo un universo a través de ese prisma tan particular que tiene, dotándolas de letras profundas, reales e íntimas. Perfectas para conectar a primera escucha con el mundo entero.
Aprovechando este necesario lanzamiento, hace algunas semanas, tuvimos la oportunidad de charlar largo y tendido con la artista. «Perdida» fue el punto de partida, pero a partir de ahí, recorrimos toda la vida artística de Lice, además de poner el prisma en su futuro más inmediato. ¿Nos acompañas en este viaje sin retorno?