Han sido 25 años al frente de Berri Txarrak. Más de dos décadas liderando y siendo la voz de una de las bandas de nuestro panorama musical. Hasta que en 2019 cerraron uno de los capítulos más importantes de su vida. Sin embargo, eso no ha supuesto el fin, porque más allá de que su música será inefable e imborrable, Gorka Urbizu ha vuelto a escena con su propio proyecto musical. El más íntimo y personal hasta la fecha. Tal es así, que el pasado 15 de enero, publicó su primer álbum en solitario «Hasiera Bat» (Un comienzo). Y es que, contra todo pronóstico, esto es lo que es: un nuevo inicio, el principio de una nueva etapa para el artista y compositor.
De esta manera, el músico navarro apuesta por la belleza y la crudeza, y nos propone un viaje al propio corazón de la canción. Huyendo de cualquier tentación de ir sumando capas y capas de sonido, Urbizu ha explorado la vía contraria: parece haber una premisa en todo el álbum de desnudar y vaciar las canciones hasta dejarlas en su mínima expresión. Bellas. Crudas. Puras. Es eso lo que las hace resistentes como rocas, frágiles como una hoja al viento. Eso sí, siempre con esa sensibilidad que siempre le ha caracterizado como autor y ese ímpetu por analizar el mundo en el que vivimos. De explicarlo y de tratar cambiarlo cuando más falta ha hecho.
Ahora, después de publicar este iniciático trabajo discográfico, en el que se ha despojado por completo de sí mismo, llega el momento de presentarlo en directo. Ya ha hecho sus primeras incursiones en Donostia, Bilbo, Gasteiz e Iruña. Pero es que todavía quedan un cúmulo de ciudades por delante, como Madrid, Bilbo – de nuevo -, Miarritze, Barcelona y Azpeitia. Una pequeña gran gira que se plantea verdaderamente única, especial y también íntima. Una pequeña gran gira, que nos permitirá descubrir al artista desde otra perspectiva, desde otro prisma. Una pequeña gran gira, que se quedará para siempre grabada en nuestra retina.
Por lo pronto, nosotras esperamos con ganas el directo del próximo jueves 19 de abril en el mítico Teatro Eslava de Madrid. Una cita ineludible, en la cual ya ha colgado el cartel de «entradas agotadas». Un hecho que no nos sorpende en absoluto. ¿A cuántos de vosotros veremos allí?