Con un amplio recorrido en Virginia & The Wolf, el artista y compositor asturiano Antonio Irún inaugura una nueva etapa profesional en solitario, que viaja en paralelo a su banda. Una propuesta que, siguiendo una línea musical de lo más diversa y variada (entre el folk, la canción de autor de los 70’s, el country, el pop rock y el krautrock), también nos muestra la faceta más íntima y personal del creador. Una propuesta que ha tomado la forma de «La cara norte», su gran álbum debut. La mejor manera de ir recontrándose con una misma, la mejor manera de transitarnos por dentro. Con estas 7 canciones maravillosas, llamadas a convertirse en himnos.
Un disco que se plantea como un viaje de carretera, que comienza en lo alto de una montaña y que va descendiendo, poco a poco, a un pueblo. Un viaje que también explora el contraste entre los vínculos familiares: de la estampa familiar en la que las mujeres son las matriarcas y dan ese calor emocional que necesitamos, hasta el propio estudio de las relaciones de poder ante figuras de autoridad masculinas. Y de la sangre, se pasa al amor romátinco, a lo que pudo haber sido y no fue, a lo que hoy toca ver desde la propia aceptación. Imposible salir indemne tras este cúmulo de emociones, tras estas canciones que han sido producidas por Germán Mingote en House of Light Studio, ubicado en Oviedo.
A partir de este punto, lo que suceda queda pendiente del azar. Al menos hasta cierto punto. La verdad, es que nosotras preferimos dejarnos llevar, preferimos dejarnos atravesar por todas y cada una de estas canciones. También nos quedamos con la entrevista que le hicimos hace algunos días a Antonio Irún. ¿Quién mejor que él para que nos explique cómo saltó la chispa de este álbum?