Desde que conocimos su proyecto musical, Sienna se ha convertido para nosotras en un imprescindible. En uno de esos artistas que nos cura y sana con sus canciones. En uno de esos artistas con tanta verdad dentro y con un discurso tan bien construido, que es materialmente imposible no caer rendidas a sus pies. Una sensación que llevamos dentro desde que lo descubriéramos en 2017 con «Trágico y fugaz», y que no ha hecho más que ir creciendo con el paso del tiempo. Le hemos seguido la pista al proyecto desde entonces y prácticamente, sentimos nuestro cada pequeño triunfo y logro que consigue. Así que, teniendo claro todo esto, ¿cómo íbamos a perdernos una de las grandes citas de este recién estrenado «TRANCE Tour»? ¡Pues eso!
De esta manera, el pasado viernes 15 de marzo aterrizamos en la mítica Sala Wolf de Barcelona para darlo todo con este segundo concierto de la gira. Pletóricos, nerviosos y con unas ganas locas de ver qué nos encontraríamos, arrancamos con este show en el que las canciones del nuevo e inminente álbum del artista. Entramos en «TRANCE» gracias a él, gracias a los adelantos que hemos podido escuchar hasta el momento – «Tu fiel jodida mitad», «Esto no es el cielo», «Fuera (x3)» y «Creí que era eterno» -, y gracias al resto de canciones que formarán parte de este trabajo. Disfrutamos como nunca de cada pequeño spoiler que allí pudimos escuchar, sintiéndonos así las personas más privilegiadas del planeta. Un espectáculo de presentación para nada típico, pero siempre mágico y especial. Un espectáculo en el que tampoco faltaron muchos otros himnos míticos, como pueden ser «se me para el tiempo», «Épico y mortal», «Podría parar de pensar», «Una presa que atacar» o «El simulacro», por citar algunos.
Una noche que se quedará para siempre grabada en nuestro corazón. Imborrable e inimitable, así es como la vivimos y la sentimos.