Vetusta Morla se despide de su gira «Cable a Tierra»

La banda de Tres Cantos llenará hasta los topes el WizInk Center de Madrid los próximos 30 de noviembre y 1 de diciembre, en dos conciertos que serán mágicos

Hemos disfrutado de ellos en todas sus versiones y posibilidades. Pero es que nunca es suficiente, si fuera por nosotras, veríamos a Vetusta Morla en directo cada día, cada instante. Hagan lo que hagan, se superan; aunque hemos de reconocer que con la gira de «Cable a Tierra» se han superado con creces. Después de vivir de cerca lo que es respirar su música en los festivales, toca despedirlos como toca. Como sólo ellos se merecen. No es para menos, si tenemos en cuenta que llevan todo este 2023 sin parar. Por supuesto, no hay final de gira sin sus últimas (y respectivas) fiestas musicales. Ya puede temblar el WizInk Center de Madrid, porque los próximos 30 de noviembre y 1 de diciembre prometen arrasar. De hecho, para la segunda fecha ya no queda ninguna entrada disponible.

Fin de fiesta más que merecida y unas colaboraciones que pasarán a la historia, por lo especiales que son. Y es que en ambas citas madrileñas, la banda de Tres Cantos estará acompañada por la orquesta celtibérica conformada por seis artistas procedentes de dos formaciones renovadoras de la música tradicional: los palentinos El Naán y las gallegas Aliboria. Un cúmulo de sonoridades diferentes y eclécticas, que terminarán por estallar gracias a esa pléyade de instrumentos tradicionales de toda la península y ultramar: panderos cuadrados, panderetas, sartenes, llaves, latas de pimentón, azadas, conchas de viera, quijadas. Esto sí que será una verbena musical, en la que las texturas y los relatos de aquí y de allá, se entremezclarán y harán que se extingan todo tipo de barreras. Esta es la verdadera magia de la música. Esto es lo que tanto nos enamora de Vetusta Morla.

Momento ideal para decirle adiós a este «Cable a Tierra» que tanto nos ha regalado. A esta colección de 10 canciones originales en las que el grupo explora las sonoridades y ritmos de los folclores de aquí y del otro lado del Atlántico sin la pretensión de apropiarse de ello, sino más bien integrando todo en su propio sonido para crear nuevas formas estéticas y musicales. Un ejercicio de búsqueda, deconstrucción, inclusión y renacer de la raíz cultural de diferentes lugares en convivencia con el rock, el pop y las texturas electrónicas. Un disco que nos ha roto y revolucionado a partes iguales, y que quedará para siempre guardado en nuestro corazón.

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