
Blanco White nos sumerge en un viaje mágico en «Tarifa»
El artista británico ha arrasado con su segundo álbum de estudio tras debutar con «On the Other Side» y nos enamora con esta sensibilidad que tanto le caracteriza
Desde Reino Unido, pero fuertemente influenciado por el folclore español y latinoamericano, llega Blanco White para regalarnos su última gran obra de arte. Un álbum precioso formado por 11 canciones y que lleva el nombre de una de sus ciudades favoritas y uno de sus mayores refugios, «Tarifa». Una oda al lugar que tantos buenos momentos le ha regalado y unas incesantes ganas de recomponerse y recuperarse. De mostrar al mundo quién es verdaderamente y de publicar un pedazo de sí mismo. De hecho, hace algunos días charlamos con él y esto es lo que nos contó sobre su proyecto musical.
¿Cómo nació tu nuevo álbum «Tarifa»?
El proceso del álbum comenzó realmente en el verano de 2022. Recientemente, había publicado un EP («Time Can Prove You Wrong») que era bastante minimalista y suave. Sabía que quería cambiar de enfoque en un nuevo álbum, crear algo más expansivo con un mayor énfasis en el ritmo y el groove. Tenía un montón de bocetos basados principalmente en parches de mi sintetizador Prophet 6, así que llevé uno de ellos a una una sesión de composición con mi amigo Pilo Adami, un multi-instrumentista y productor del sur de Brasil. Era la primera vez que que escribíamos juntos y esa primera sesión acabó dando lugar a lo que que se convertiría en «Silver Beaches». Fue un día y una colaboración muy fructífera. Se convirtió en una canción de entrada que ayudó a enfocar los conceptos de un álbum en mi mente. También representó el comienzo de una maravillosa asociación creativa entre Pilo y yo.
¿Cómo recuerdas todo el proceso creativo y compositivo?
Me encantó grabar el disco, aunque al final estaba agotado y deseando terminar. Había perfeccionado mi proceso en comparación con mi primer álbum, trabajando casi exclusivamente con mi propio equipo de grabación casero que había construido durante la pandemia, invirtiendo en nuevos equipos que me dieran más independencia sin necesidad de grabar en grandes estudios. El equipo musical se ha democratizado mucho más en ese sentido, lo que me parece muy emocionante. En significaba que acababa grabando una versión de cada canción, en lugar de hacer demos y luego volver a grabar para una versión maestra. Eso me permitió mantener la frescura y aceleró mucho todo el proceso.
¿Qué importancia ha tenido para ti la ciudad de Tarifa?, ¿a qué lugares te transporta y qué te ha inspirado de ella?
Es un lugar mágico, un lugar que visité por primera vez mientras vivía en Cádiz en 2012 o 2013. Desde entonces, he vuelto muchas veces y he hecho dos largos viajes de escritura allí en los meses de invierno. La luz en esa época del año es particularmente especial, normalmente hay menos humedad en el aire en comparación con el verano y se puede ver a lo lejos las vistas increíbles de África. Es el punto de encuentro de dos océanos y dos continentes, y la puerta final desde el mundo Mediterráneo a las Américas. Creo que todo ello contribuye a su magia. También hay un flujo constante de petroleros que cruzan el Estrecho, que podría parecer una molestia para la vista, junto a los bellos paisajes montañosos a ambos lados, pero siempre me han parecido extrañamente fascinantes. Es un lugar tan antiguo, y en ese contexto, parece totalmente surrealista y onírico. También es famoso por su viento. El movimiento constante del viento alrededor de la casa era extrañamente energizante y terminó contribuyendo mucho a mi enfoque y creatividad.
En un álbum tan ecléctico como éste, en el que mezclas diferentes sonidos como el folk, el indie y la electrónica, ¿cómo es todo el proceso de crear tu propio imaginario sonoro?
Creo que normalmente reacciono a los tonos de cada parte a medida que avanzo, en lugar de tener demasiado en cuenta el género. Intento centrarme en cómo me hace sentir la música. Equilibrar la textura y la frecuencia es una parte importante de expresar tus gustos musicales, y crear cada paisaje sonoro a veces es como armar un rompecabezas. Muchas ideas acaban desechadas, pero las que perduran se eligen por su equilibrio con todo lo demás. Las piezas centrales de mi sonido, siempre han sido el charango y el ronroco, así que a menudo busco tonos que se complementen bien con esos instrumentos. Los órganos, construidos principalmente con el Prophet 6, son una gran parte del album, texturas que son legato y sostenidas. Por eso, utilizo frecuentemente instrumentos como el charango para llenar de ritmo y de groove cada cancion.
En cuanto a las letras, ¿qué importancia tienen para ti?
Las letras son muy importantes para mí. Artistas como Leonard Cohen fueron mis héroes durante mi infancia y siempre me asombró la belleza lírica de sus canciones. Poetas como W. B. Yeats, R. S. Thomas y Dylan Thomas también me han influido. El lenguaje es mi otra obsesión, junto con la música: amo las canciones más que cualquier otra forma de arte, por la forma en que la música y el lenguaje se entrecruzan en ellas. Aunque, en ocasiones, el proceso de escritura me resulta agotador, pero cuando al final das con algo que te gusta, la recompensa merece la pena.
¿Cómo ha sido la experiencia de la autoproducción?
Ha sido un proceso continuo que me ha ayudado a crecer mucho como artista. Entre 2019 y 2022, estuve luchando contra un dolor crónico y una afección nerviosa, y durante gran parte de ese tiempo no pude tocar mis instrumentos. Fue una época muy difícil y aterradora, pero siempre traté de mantenerme positivo y conectado con la música. Por eso, comencé a formarme en producción e ingeniería tanto como pude. Hay tantos grandes podcasts y canales para ayudarte a aprender cosas en línea y el equipo musical se ha democratizado tanto, que está disponible para los compositores. Centrar gran parte de mi atención en desarrollar habilidades más técnicas, me ha permitido explorar mi propio gusto e instinto con mucha más libertad. La colaboración con otros productores también ha sido muy inspiradora e instructiva. Siento que he aprendido más durante el proceso de creación de este álbum, que en cualquier otro momento de mi vida. El intercambio de ideas con mi productor Pilo Adami fue la razón principal de ello.
¿Cómo ha sido la recepción y las primeras reacciones?
He recibido mensajes muy agradables de amigos y fans. Cuando sacas algo al mercado es un momento bastante desalentador, así que esos mensajes son muy apreciados.
En «Giordano & Dream, Pt.I» has colaborado con MAVICA. ¿Cómo ha sido trabajar juntos?
Ha sido una colaboración realmente maravillosa. Ella aparece mucho en el álbum junto a su compañero de banda y colaborador Charlie Schnurr. Sus voces añaden mucha profundidad a las canciones y, a menudo, con ello añadían las piezas finales a las canción, significando eso que ya estaba terminada. MAVICA canta en el estribillo de «Giordano’s Dream, Pt.I» y me encanta lo que aporta a la canción. Su tono vocal es impresionante.
«Tarifa» es tu segundo álbum después de «On the Other Side», ¿cómo has vivido todo el proceso de cambio de un trabajo a otro?
Gran parte del periodo entre estos dos discos lo pasé recuperándome de la afección nerviosa que he mencionado antes. Tuve que alejarme de la música para centrarme en el proceso de curación. Aprendí mucho durante ese periodo, y esas lecciones han tenido un gran peso en mí como persona. También en mi música. El viaje que hice a España el invierno pasado, fue la primera vez que me sentí capaz de viajar lejos de casa y de mi tratamiento desde principios de 2020. Estaba tan feliz de sentirme fuerte y saludable de nuevo, así que fue una experiencia increíblemente alegre. Estuve allí solo hasta la última semana, cuando Pilo Adami vino a trabajar conmigo en las canciones. Esta oportunidad, me sirvió para reflexionar sobre todo. Así que los sentimientos de gratitud son una parte importante del álbum. Aunque también hay tristeza, sobre todo, cuando quieres celebrar la alegría de estar vivo.
Y si pudieras mirar atrás, ¿qué le dirías a Josh Edwards que debutó en 2020 con ese primer álbum?, ¿qué consejo le darías?
He aprendido a ser mucho más indulgente conmigo mismo. Ya no está la presión a la que me sometía cuando hice mi primer, así que intentaría cambiar eso si pudiera volver atrás. Desde que me recuperé de mi enfermedad nerviosa, me prometí a mí mismo disfrutar del viaje, sobre todo porque hacer música debe ser un proceso divertido.
¿Cuáles son los próximos pasos de Blanco White?
Estamos terminando una gira por Estados Unidos y Canadá antes de iniciar una por Europa. Ha sido muy divertido hasta ahora, y por suerte, he dado con un público maravilloso. Me encanta volver a tocar con amigos de la banda. En Año Nuevo también visitaremos Australia, Nueva Zelanda, Brasil y Argentina por primera vez. No podría estar más emocionado por esos conciertos.
¿Qué canción propia identifica mejor el momento en el que te encuentras y por qué?
Del nuevo álbum, estoy disfrutando mucho «Tarifa». Tocarla en direcrto con la banda al completo en los conciertos es maravilloso. Junto a la versión más despojada de «Una noche más», creo que es mi canción favorita del disco. Es como cuando las cosas se sienten así, sin esfuerzo. Es en ese momento cuando se puede retener su esencia y conservar su frescura. Además, mi interés actual por el ritmo es especialmente claro en ambas canciones: con «Tarifa» un 6/4 y con «Una noche más», un 11/4.
Por último, y haciendo honor al nombre de la revista, ¿cuál es la Verdadera Locura que has cometido con la música?
Espero haber entendido bien la pregunta: creo que diría que mi mayor obsesión y locura por amor a la música, viene de la profunda curiosidad por el mundo, por las diferentes culturas y perspectivas. Creo que es nuestro mayor lenguaje universal y una forma tan poderosa de expresar nuestra humanidad compartida. Ha sido una fuente de mucha alegría y significado en mi vida.