Cuando la música y la poesía van tan de la mano, cuando el arte no entiende de fronteras y se entiende como un todo, cuando la emoción va directa al corazón y sin preámbulos. Es entonces cuando aparecen Vetusta Morla para hacer magia con sus melodías inconfundibles y con sus letras cargadas de metáforas y de verdad. Una especie de fórmula de la suerte que ha hecho que se diferencien del resto del mundo durante estos últimos 20 años y que nos ha ayudado a conectar con ellos de una manera casi sónica. Una capacidad innata para crear canción tras canción, disco tras disco, siendo «Cable a tierra» el último con el que nos sorprendieron en 2021 (aunque ya sabemos que justo un año después publicaron su disco grabado en directo desde el Estadio Metropolitano, «Bailando hasta el apagón»).

Un álbum especial en todos los sentidos, ya que en él, los madrileños se permitieron experimentar con sonoridades diferentes, especiales. Con ritmos de los folclores de aquí y del otro lado del Atlántico. Pero sin la intención de apropiarse de ellos, sino tratando de integrarlos como si fuera un todo. De esta forma, en «Cable a tierra» dieron la vuelta a su estilo y sus formas. Un ejercicio de búsqueda, deconstrucción, inclusión y renacer de la raíz cultural de diferentes lugares en convivencia con el rock, el pop y las texturas electrónicas. Por no hablar de las letras, las cuales llevaron a su máximo exponente. Fue así como Vetusta Morla debatieron sobre los actuales conceptos de raíz, cultura de pertenencia, la celebración, la familia o el pueblo, contextualizando todo ello en un nuevo discurso.
Precisamente, con este trabajo discográfico, con este «Cable a tierra» se han recorrido todo el planeta a lo largo y ancho de estos dos años. Dos años intensos de gira de presentación que, de una manera u otra, deseábamos eterna. Pero no pudo ser, porque como todo en la vida, hay un final. Y ellos ya lo han anunciado: será el próximo viernes 1 de diciembre cuando se despidan de este álbum que tanto les ha regalado. Una despedida que tendrá lugar en casa, en el WizInk Center de Madrid, y en la que estarán acompañados de la orquesta celtibérica conformada por seis artistas procedentes de dos formaciones renovadoras de la música tradicional: los palentinos El Naán y las gallegas Aliboria. El combo perfecto para este fin de gira con toques y sonidos de todas partes del mundo. Un combo que está haciendo volar las entradas a un ritmo frenético. Tanto, que ya se ha agotado cerca del 70% del recinto. Así que si todavía te lo estás pensando, te aconsejamos que corras todo lo que puedas para hacerte con la tuya. Todavía quedan algunas disponibles en la página oficial de Vetusta Morla (vetustamorla.com).
Si no, calma, porque durante lo que queda de año, podremos verlos y disfrutarlos en multitud de escenarios. ¿Quieres saber dónde? En el FIB de Benicàssim (13 de julio), en el Festival Sónica de Castro-Urdiales (14 de julio), en el Sounday de Gijón (16 de julio), en el Alcazaba Festival de Badajoz (21 de julio), en el No Sin Música de Cádiz (22 de julio), en el Low Festival de Benidorm (30 de julio), en el Luna Sur Festival de Fuengirola (5 de agosto), en el Sonorama Ribera de Aranda de Duero (11 de agosto), en el Festival Mediterránea de Gandía (18 de agosto), en el Cooltural Fest de Almería (19 de agosto), en el Río Verbena Fest de Pontevedra (26 de agosto), en el Caudal Fest de Lugo (15 de septiembre), en el Granada Sound de Granada (16 de septiembre) y en el Jardín de las Delicias Festival de Madrid (22 de septiembre). Eso en España, pero también habrá tour en Latinoamérica: desde el Festival Cordillera de Bogotá (23 y 24 de septiembre) hasta el Teatro Metropolitano de Medellín (27 de septiembre), pasando también por el Teatro Leguia de Perú (29 de septiembre), en el Teatro Coliseo de Santiago de Chile (1 de octubre), La Trastienda Club de Montevideo (4 de octubre) y el Teatro Gran Rex de Buenos Aires (7 de octubre). Y es que sí, todavía quedan Vetusta Morla para rato.