Sienna para el tiempo y hace temblar la Sidecar

En su propósito por seguir dándole vida a su último trabajo «melancolic», la banda valenciana inundó toda Barcelona el pasado sábado 4 de febrero y la llenó de música y talento

Echar la vista atrás y perder prácticamente la cuenta del tiempo que llevamos siguiéndolo. Lo que jamás olvidaremos es cada uno de los conciertos que Sienna nos ha hecho pasar. Directos que trascienden la frontera entre lo real y lo mágico, y que difícilmente se superan. Tanto, que han pasado tres días desde aquel 4 de febrero en la Sala Sidecar de Barcelona y nosotros seguimos en bucle. Pero ni ganas de salir de él. Con nostalgia y cierto sentimiento «melancolic» lo guardaremos en nuestra retina para siempre.

Es curiosa la manera que tiene la música de empañarlo todo con un áura de misticismo y magia. De transportarnos a otros lugares sin apenas movernos, de curarnos el alma como nada antes lo había hecho. De permitirnos gritarle al mundo, sin remordimiento, aquello de «Podría parar de pensar». Esas sensaciones las sentimos desde que cruzamos la puerta de la sala, desde que apareciera Álex y toda su banda sobre el escenario. 21.30 horas, bastante puntuales. Y no tardaron ni cinco minutos en llevarnos a «El clímax final». Ya no había marcha atrás en un concierto que prometía desde el principio y que nos hizo vibrar al ritmo de «Solo te noto a ti». Todo lo demás sobraba en una noche fría en la calle, pero tan cálida y cercana allá dentro. Imposible centrarse en otra cosa que no fuera el aquí y ahora. Solo éramos el grupo de «Los insensatos» bailando y cantando hasta la saciedad «Sigue hasta que duela», aunque en el fondo, cada uno de nosotros tuviera la convicción de que «esto me va a matar».

Sin salir de esa burbuja en la que nos habíamos sumergido por decisión propia, nos decíamos a nosotros mismos aquello de «cómo has podido» tardar tanto en volver a reencontrarte con Sienna y su música. Y es que todos y cada uno de sus directos están supeditados a «La ley de la atracción», ineludible y eficaz a partes iguales. El combo perfecto que va directo «Al pulmón y los huesos» de todas aquellas personas que tienen el placer de escucharlos. ¿Podría haber «Algo más fuerte» que la banda valenciana? Probablemente sí, pero a nosotros ya nos basta. Nosotros ya somos felices con ellos. Nosotros llevamos perdiendo «La cabeza y el juicio» por ellos desde que los descubriéramos en 2017 con su álbum debut. Ya es nada, ¿eh? Pero no importa, porque reencontrarse con Álex y su equipo es sinónimo de pausa. Es entonces cuando canciones como «Se me para el tiempo» adquieren aún más sentido. Nos transformamos y somos «Como dos cometas» deseando que sus conciertos no se acaben jamás. Deseando que sus conciertos sean, por siempre, eternos.

Aunque no siempre todo es bueno. En ocasiones, la música también nos ayuda a sacar todos los demonios que llevamos dentro. ¡Y bendito poder! Porque, ¿y lo tranquilo que se queda uno cuando corea a pleno pulmón temas como «Tu hipotético don», «Una presa que atacar» o «Sexo, culpa y miedo»? Por fortuna, las buenas vibraciones siempre aparecen de nuevo y afrontamos sin miedo los finales coreando «Quiero que aparezcas aquí». Un final de concierto «Épico y Mortal» que nos llevó a pensar que este concierto no fue más que «El simulacro» final. Ahora tan solo esperamos poder repetir pronto, porque nunca hay suficiente con Sienna.

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