La noche en la que Koers arrasaron en Manresa y la llenaron de música

El anhelado regreso de los conciertos y de la música en vivo en tiempos de cuarentena. No es tarea fácil y es realmente impactante: aforos reducidos al límite, distancias de seguridad, mascarillas. Doblemente impactante si se trata de una banda como Koers, cuyo hábitat natural es más bien el contrario. Pero c’est la vie! Siempre nos quedaremos con la alegría y la tranquilidad de haberlos podido ver, de haberlos podido sentir, de haberlos podido respirar. Y es que, a pesar de todo, el concierto del pasado sábado 20 de marzo en la Sala Stroika de Manresa, fue una maravilla. Punto justo de alegría y fiesta, pero sin salirse de las medidas sanitarias establecidas.

Un concierto enmarcado dentro del ciclo Curtcircuit y que llevará a la banda de Lleida por multitud de salas de referencia de toda Cataluña. El momento perfecto para descubrirlos o redescubrirlos, y dejar que tu alma baile a ritmo de reggae. ¿Se puede pedir algo más? Tan solo dejarse llevar y alzar la voz con canciones ya convertidas en himnos, como «Vuela», «Som», «Fins al final», «Salada y tropical» o «Ballarem», entre los otras muchas canciones que forman parte del reciente trabajo de Koers, «That Day». Un cúmulo de sentimientos, que volaron desde los más alegres y festivos, hasta los más pausados e introspectivos. Un concierto en el que, a pesar de las circunstancias, no faltó absolutamente nada: ni ninguno de los temas, ni ninguno de los estados de ánimo. Solo faltó poder abrazarnos y bailar, de la misma manera que lo hacíamos enn uestra antigua normalidad.

Nosotras lo vivimos de una manera muy especial, y así lo quisimos retratar. ¿Tan difícil sería volver el tiempo atrás y regresar a esa tarde? Siempre nos quedará el consuelo de que la música está más viva que nunca y que la cultura es segura.