Tarde de verano cualquiera, bajo el sol terrible de Madrid. Quedábamos con The Amsterdammers en la misma Plaza de Jacinto Benavente. Día complicado porque había Mundial y jugaba España – sí, antes de que nos eliminara -, por lo que la transcripción de la entrevista se hizo mucho más complicada. A pesar de todo, fue una de las tardes más divertidas que recuerdo.
Más de 50 minutos de conversación en los que hablamos del proyecto, de «Things We All Should Know», de música y de muchas redes sociales.
¿Cómo nace el proyecto de «Things We All Should Know»?
Nosotros, digamos que no componemos para grabar. No paramos, componemos y grabamos. Vamos creando poco a poco y grabamos cuando al final, podemos permitírnoslo económicamente. Entonces, seleccionamos algunas canciones y se las llevamos al productor, para perfeccionarlas más que nada. Al final, él es quien sugiere qué temas son los mejores y es quien nos da la perspectiva más objetiva.
A nivel compositivo, quien se encarga de crear las canciones es el vocalista, Marcos. Los demás, nos encargamos de sacar cada uno su instrumento.
¿Cómo está siendo la acogida o la crítica del EP?
Siempre que el público escucha las canciones, les gustan. Y, en general, nos han dicho mucho que notan una mejora respecto al trabajo anterior. No es que les guste más, pero se nota que hemos trabajado bastante más y que los temas son más variados. El problema es que todavía llegan a poca gente. Las canciones son más profundas, potentes y bastante más fuertes que los temas del primer trabajo.
De hecho, hace unas semanas tocamos en Bilbao, ya que participábamos en un concurso de bandas. Y el público acabó votándonos y felicitándonos por el concierto.
Entonces sí que llegáis más de lo que pensáis.
A ver, no es que no lleguemos al público que nos ve, es que nos escucha poca gente [risas]. Los espectadores que están en nuestros conciertos, acaban encantados y nos felicitan. Aún así, no sabemos cómo llegar completamente. Además de que no tenemos todo el feedback. En los conciertos sí que hay algunas personas con las que hablamos, pero por redes es más complicado recibir ese tipo de comentarios.
¿Cómo ha evolucionado The Amsterdammers desde el primer EP hasta ahora?
Pues la verdad es que ha sido todo muy progresivo. El primer EP fue como nuestra declaración de intenciones, era la demostración de que queríamos dedicarnos a la música y que creíamos en el proyecto. Este segundo trabajo ya fue más natural, porque ya sabíamos el proceso que teníamos que seguir y con nuestro productor estábamos ya mucho más cómodos.
En cuanto a gira o temas de organización, ya los llevábamos mucho mejor por la experiencia previa con el disco anterior. Este año ha ido mejor en cuanto a eso. Seguimos siendo desastre, pero cada vez menos.
Además, también nos hemos dado cuenta de que podemos conseguir algo y más después de grabar este disco. Podremos alcanzar la meta o no, pero si trabajamos, podemos seguir creciendo.
¿Cómo definiríais «Things We All Should Know» en dos o tres palabras?
Es más maduro. Ya no somos un grupo que va a grabar su primer disco y que no tiene esa experiencia previa en la industria.
Con este disco habéis vuelto a los Estudios MOBA. ¿Cómo ha sido el trabajo allí?
Pues ha sido mucho más rápido y hemos tenido más posibilidades de experimentar y hacer nuevas cosas. El procedimiento ya nos lo conocíamos, así que en ese sentido, mucho más tranquilos y cómodos. También nos sentimos con más libertad y confianza.
El trabajo con nuestro productor fue mucho más sencillo que la primera vez, porque ya nos conoce, ya sabe lo que queremos y nos entendemos mucho más rápido. Él también nos puede decir con la total libertad qué cambiar y qué no. Bueno, y al revés igual.
«Home» ha sido uno de los adelantos de este trabajo y el primero con videoclip. ¿Cómo surge el concepto?
La verdad es que se le ocurrió a Conrado la idea de combinar la canción más movida que tenemos hasta el momento, con algo que rompiera totalmente con esa dinámica. De ahí que metiéramos elementos del ballet y una coreografía mucho más clásica. Así que el choque fue bastante guay. Luego, grabamos con unos chicos que se llaman Junkis.
¿Cómo fue grabar con ellos?
La verdad es que fue muy bien. Al final, las escenas que grabamos, se nos veía prácticamente siempre a nosotros. Al final, estabas tocando y viendo el baile que habían montado para tu canción y, lo cierto, es que fue un flipe.
¿Y cómo vivisteis la presentación del EP en Madrid, en la sala Costello?
Fue una explosión. Entre el calor, la energía del público y el buen ambiente, fue genial. Eso fue una fiesta entre amigos, todos estaban allí para disfrutar. Pero es que al final, cuando el público disfruta tanto y se viene tan arriba, se te contagia la energía y hace que tú aún des más de ti. Y que además, cuando te dejas llevar, mejor sale todo.
¿Y cuáles son los siguientes pasos de The Amsterdammers?
Trabajar, trabajar y trabajar. Además de tocar en el mayor número de lugares posibles. Aunque el siguiente paso es rodearnos de un equipo que nos ayude a lanzar el proyecto.
¿Qué es lo más loco que habéis hecho por la música?
Hubo un año que nos fuimos de voluntariado a Sudáfrica. Llevábamos nuestras cosas en la maleta, incluido el ukelele y el teclado. Y allí, nos robaron varias cosas, excepto los instrumentos. Al final, entre unas cosas y otras, terminamos dando varios conciertos en el país: en salas, en casas, en cualquier lugar en el que nos dejaran tocar. Era la primera vez que tocamos delante de un público que entendía nuestras letras. Y les gustaron [risas].