En fotos: Vetusta Morla en la explanada de la Caja Mágica en Madrid
38.000 personas llenaron el recinto para ver a una de las bandas más emblemáticas del indie español
Era el concierto más multitudinario jamás recordado por una banda española. Aún así, les ha costado conseguir el reconocimiento que se merecían. Durante el concierto, ellos mismos lo llegaron a reconocer. Veinte años de trabajo y, por fin, 38.000 personas reunidas en un mismo recinto, solo para verlos a ellos. Sí, son Vetusta Morla.
Parecía fruto del azar. Pero no. No era casualidad que eligieran la noche más larga del año. Ni que escogieran el «23 de Junio» como fecha para actuar. Era el día justo. El día perfecto para quemar todas las malas energías en su improvisada hoguera de San Juan. Por primera vez, no importaba que no estuviéramos en la playa. O que no pudiéramos preparar la tradicional «queimada». Bastaba con verlos actuar. Bastaba con brindar con ellos y celebrar la música.
Eligieron a Jacobo Serra como telonero y no fallaron. Durante 45 minutos, el artista manchego supo hacer entrar en calor al público. Público que, aunque llegó a cuentagotas, ya comenzaba a agolparse en las primeras filas. Tras la presentación de su trabajo, «Fuego Artificial», dio paso a la banda de la noche.
Era la hora de Vetusta Morla. «Mismo Sitio, Distinto Lugar» fue la canción con la que abrieron. Y no pudieron elegir mejor. Es el tema que da nombre a su reciente trabajo. Trabajo que tuvo gran importancia durante el concierto. Poco a poco, fueron llegando «El Discurso del Rey», «Palmeras en la Mancha», «Guerra Civil», «La Vieja Escuela» o «Te lo digo a ti».
Aunque si bien es cierto que tampoco faltaron grandes himnos de la banda, como «Golpe Maestro», «Cuarteles de Invierno», «Copenhague», «La Deriva», «Mapas», «Sálvese Quien Pueda» o «Maldita Dulzura». Aunque para dulzura, la de Vetusta Morla. Entre canción y canción, nos hicieron brindar. Nos hicieron saltar. Nos hicieron cantar. Y nos hicieron bailar. Dieron un verdadero espectáculo, que duró más de dos horas. Que parecía que iba a terminar como una auténtica «Fiesta Mayor», sin saber que aún quedaban tres de los mejores temas de su repertorio. El «Consejo de Sabios» aún se reunió por última vez, para advertirnos de que «El Hombre del Saco» suele aparecer en «Los Días Raros». Días bastante diferentes al de aquel «23 de Junio».
El concierto de los chicos de Tres Cantos, fue maravilloso. Épico. Jamás hemos visto nada igual y, probablemente, tardemos mucho tiempo en volver a ver algo de tal magnitud. Eso sí, esperamos que en futuras ocasiones, la salida de 38.0000 personas esté mucho más controlada. Y, a ser posible, que pudiera haber una zona habilitada para la prensa.