Creadora del término «acid chaos», Nora Norman inunda cualquier rincón con su música y su chorro de voz. Imposible no escucharla en bucle, más si cabe, tras este último discazo. «Chaos» ha llegado para hacernos explotar la cabeza.
¿Cómo nace el concepto de «Chaos»?
El concepto de «Chaos» tiene varias variantes, pero que a la par, van de forma conjunta. Una es el plantearme que mi primer LP, querría que fuera lo más honesto posible, puesto que es mi primera duración. En él, quiero mostrarme tal como soy, de la manera más directa posible. Y también lo ato al propio concepto de auto-aceptación. La música es una forma de expresión y una catarsis de lo que yo siento. Por lo tanto, cuando escribo y compongo, es para mi una mera aceptación de mi misma y de lo que soy. Y eso me lleva directamente al concepto de «Chaos». Soy un pequeño desastre andante, pero a la vez, esta es mi manera de expresarme y de ordenar todas mis ideas.
¿Cómo fue todo ese proceso de auto-aceptación o de expulsión de tus propios sentimientos?
Empieza por el simple hecho de querer ser honesta, pero sobre todo, contigo misma. En tanto que vas creciendo como persona, tu música también tiene que crecer y evolucionar contigo. El primer paso tiene que ser aceptarte a ti misma y no estar tan pendiente de los valores u opiniones externos. Que siempre van a tener un peso. Pero lo más importante es darse cuenta de que la única persona que va a estar a tu lado durante toda tu vida, eres tú misma. Y para eso tienes que aceptarte. Todo viene remitido de eso: de un proceso de «filtraje» personal y musical. Y todo ha derivado en «Chaos». Sí, soy un desastre, sigo creciendo y voy a seguir creciendo todos los días de mi vida. Esto es lo que soy en este momento. Que quizás dentro de dos meses, cambie.
Cambio que también se reflejará en los directos. No eres la misma Nora ahora que la de dentro de dos meses. Las canciones entonces también evolucionarán.
Claro, no seré la misma. Hay muchos factores a tener en cuenta en un concierto, por ejemplo. Tienes en cuenta el estado anímico de ese día o el propio entorno. Así que nunca te vas a encontrar con un directo igual. Si te lo encontraras, estaría totalmente «robotizado» y hecho a medida, para que todos fueran iguales. Y se perdería la magia del directo. A eso es a lo que le doy vueltas todos los días.
¿Cómo te preparas ese directo?
Siempre estamos ensayando y buscando la manera de que suenen mejor. Y también tratando de adaptarlos de la mejor forma al directo. Pero la preparación es algo constante, a nivel emocional, teórico y práctico. Pero nunca se sabe lo que pasará en los conciertos. Puedes llevarlo muy preparado y que salga mal o viceversa. La preparación siempre está ahí, creo que es algo intrínseco.
¿Cómo han sido las primeras reacciones al disco?
Creo que han sido muy buenas. Tenía miedo a esta respuesta, porque no se puede catalogar dentro del soul, ni dentro del funk clásico, ni del jazz, ni del aranbi. En realidad, bebe un poco de todas esas influencias. Pero aunque hubiéramos tirado por un estilo más clásico, el miedo siempre hubiera estado. La adrenalina y la emoción de sacar algo tan personal y tan importante para ti. Pero por lo que hemos estado viendo este tiempo, la respuesta ha sido muy buena. Y sigue siéndolo. Así que yo estoy muy contenta.
Comentas que bebes de muchos estilos musicales. ¿De ahí que hayas acuñado el tuyo propio: «acid chaos»?
El concepto de «acid chaos» nace por ello mismo. Y porque creo que estando en 2018, hay tantas ramificaciones dentro de todos los géneros musicales, que es muy complicado catalogar algo de forma cerrada en un solo estilo. Pero también de la misma forma, una etiqueta no deja de ser una limitación creativa. Hay gente que ha etiquetado el disco como neo-soul, pero que bebe del jazz y del aranbi. No me importa. Porque yo lo único que hago es hacer canciones y expresarme de la forma más libre que conozco. Si el resto quiere poner una etiqueta, que la ponga. Para mí, como es tan subjetivo, no sería honesto etiquetarme. Es que es imposible etiquetarse a uno mismo. A la par, sería pedante. Pero ya que piden una etiqueta, me mofo un poco de este concepto y me invento la mía propia.
Es que si me etiqueto como artista «soul», me estaría comparando con los grandes del género. Y eso sería pedante por mi parte. Principalmente, por el hecho de que me queda muchísimo por aprender.
¿Cómo definirías «Chaos» en dos o tres palabras?
Sincero, honesto y ambiguo. Las dos primeras van en relación a lo ambiguo, por comentarios que he recibido. El disco es tan honesto, pero el mundo interior de cada persona que lo escucha es tan diferente. Las letras son muy directas, pero las personas que las escuchen, las re-interpretarán según el momento vital en el que se encuentren. A la par de que dentro del caos, siempre hay un cierto orden.
¿Cómo fue la presentación de «Chaos» en Joy Eslava?
¡Fue muy bien! Juntar el concepto de tocar en la Joy Eslava y el de Mad Town Days, fue genial. Presentar «Chaos» allí fue maravilloso y yo me lo pasé muy bien. He de admitir que estaba bastante nerviosa, porque soy persona e impone. Pero me olvidé de todo eso justo antes de salir al escenario y pensé: «vamos a pasarlo bien, porque esto es lo que queremos vivir en este momento». Y así fue. Me lo pasé genial.
¿Cómo evoluciona Nora desde su primer EP hasta este «Chaos»?
Creo que es una evolución natural. En tanto a que el EP lo sacamos hace dos años. En ese trabajo, quería presentarme, quería mostrar quién era y quién había sido anteriormente. La evolución ha sido grande, ya que hay dos años de diferencia entre el EP y el disco. Dos años de experiencias, de crecimiento personal y emocional. Todo eso se traslada también al sonido que tienes en ese momento. «Chaos» es una reafirmación de quién soy yo. Esto ya es Nora Norman. Esta soy yo ahora. Creo que esa ha sido la mayor evolución, la pérdida del miedo, de buscarme y encontrarme a mi misma.
¿Cuáles son los siguientes pasos de Nora Norman?
Seguir tocando y seguir girando. Siempre. Los siguientes pasos son seguir creciendo con cada experiencia y seguir haciendo conciertos con la banda. Así que esos son los primeros pasos y los constantes. No aspiro a nada más, realmente. Lo amo tanto, que tengo ganas de seguir haciendo más y más.
¿Qué es lo más loco que has hecho por la música?
Venirme a Madrid. Dejarlo todo por la música. Y cumplir aquel sueño que para mucha gente es utópico o complicado. Me vine, de perdidos al río. Para no quedarme con la duda de qué habría pasado o de no lo intenté.