Artabe: «Punto Cero ha supuesto el inicio de un viaje»

Lleva dos años girando con «Punto Cero». Fue el mayor cambio para Artabe y, quizás, su gran golpe maestro. Y ya es momento de despedirse de él, para recibir nueva música. Un ciclo que llega a su fin. El 29 de junio cierra gira en Costello Club (Madrid) junto a Irene Novoa. Y el día 30, en la Sala Súper 8 (Ferrol), con El Increíble Paso.

«Punto Cero» nace hace dos años. Pero, ¿cómo surge el concepto de este disco?

Es un concepto que viene de tiempo atrás. Tenía muchas canciones sueltas y empecé a juntarlas. Poco a poco, me di cuenta de que tenían todas cierto hilo conductor y que tenían cabida en un mismo álbum.

En cuanto al título del disco, en un principio no iba a ser «Punto Cero». Pero finalmente escogí ese nombre, porque hace referencia a un nuevo comienzo. Es como empezar desde cero. De ahí también la portada del disco, en la que se me ve con el plexo solar. Es como la energía que necesitamos para llevar a cabo cambios en nuestra vida.

Además, el disco coincidió con un cambio bestial en mi vida. Por eso, quise plasmarlo todo en él.

¿Podría decirse entonces que «Punto Cero» ha sido el inicio de algo nuevo?

Bueno, «Punto Cero» fue el inicio de Artabe como proyecto. Porque yo antes me llamaba Rubén Artabe. Así que, sí, ha sido el inicio de algo nuevo.

¿Cómo ha sido la acogida del disco en estos dos años?, ¿ha cumplido con tus expectativas?

Sí, la verdad es que sí. En general, a la gente creo que le ha gustado bastante el disco. He recibido varias felicitaciones por ello. Aún así, no llegó a todo el mundo que a mí me hubiera gustado que llegara.

¿Cómo lo definirías en dos o tres palabras?, ¿o en un titular?

«Punto Cero» ha supuesto el inicio de un viaje.

¿Cómo fue grabar con Manuel Cabezalí y Dani Richter?

Barajé varios productores y, al final, me decidí por Manuel Cabezalí, porque congenié muy bien desde el primer instante. Además, creía que él podía aportar lo que quería a estas canciones nuevas. Ya desde el primer momento, fue súper fluido, fácil y llevadero. Comenzamos haciendo una pre-producción de los temas y luego ya nos metimos en estudio, con Dani Richter como ingeniero de sonido. Aparte, ellos dos hacen un tándem muy bueno porque llevan muchos años trabajando juntos. Y eso se nota.

También recuerdo el proceso como algo divertido, lo pasamos muy bien. Juntos resolvimos muy rápido determinados bloqueos.

«Punto Cero» fue el inicio de Artabe como proyecto. Imaginamos que también supuso un inicio en Madrid. ¿Cómo fue ese salto desde Ferrol y cómo has evolucionado desde entonces?

Fue una decisión que ya tenía tomada desde tiempo antes. Pero que hasta ese momento no llevé a cabo. Fue un paso muy rotundo y decidido. No hubo duda alguna. Empecé a organizarme, para que coincidiera con la grabación del disco. Dejé muchas cosas atrás en Ferrol. Aún así, siento que estos dos años y medio en Madrid me han dado mucho. He crecido mucho como persona y como músico, porque Madrid te da otras cosas. Aquí está todo el meollo. Encima estoy conociendo a mucha gente relacionada con el mundo de la música. Creo que acerté en venir.

Cierras gira este mes, tanto en Madrid como en Ferrol. ¿Cómo estás preparando estos conciertos?

Afronto estos conciertos como el final de la etapa. Tengo muchas ganas e ilusión y con ganas de que vaya mucha gente. También quise contar con algunos amigos músicos, como El Increíble Paso que me acompañarán en Ferrol, e Irene Novoa, que abrirá el concierto de Costello. Es como si fuera un cumpleaños.

¿Cómo surgen ambas colaboraciones?

Siempre fue por amigos en común. A El Increíble Paso los conocí gracias a Juanma, mi batería, y a Fer Clérico, mi bajista. Luego también grabé unos coros con ellos. Además, también fui telonero de ellos en su concierto de Madrid. Además, Juanma, Fer y Darío tocan en ambos proyectos. Así que está todo conectado.

Y luego, a Irene también la conocí por otra amiga. Contacté con ella para que me ayudara con los teclados, pero por motivos de agenda no podía. Y fue ella quien me puso en contacto con Irene Novoa. Conectamos muy bien y tenemos muchas cosas en común, a nivel musical.

Tras el final de gira, ¿cuáles son los siguientes pasos de Artabe?

Daré algunos conciertos más hasta final de año. Pero ya de manera más puntual. Y ya en verano, prepararé los temas para el nuevo disco. Así que también quiero meterme un poco con la preparación y maduración de los mismos.

Hace unas semanas estuviste en Berlín, donde re-grabaste tu tema «Átomos». ¿Cómo fue el proceso?

Es una canción que tiene un carácter hipnótico. Hay dos acordes que se repiten a lo largo del tema. Y siempre me pareció buena para adaptarla a elementos electrónicos. En mi disco «Cataratas», grabé este tema en electrónico, pero no quedé convencido. Y hace un tiempo, pensé grabarla de nuevo. Así que pensé en Diego Delgado, un amigo DJ que vive allí en Berlín. Así que le pasé la demo, le gustó. Y aproveché el viaje para hacer la canción, también con mi amiga Louise, que nos ayudó con los coros. Tengo muchas ganas de poder mostrar el tema terminado.

¿Qué es lo más loco que has hecho por la música?
Cuando era adolescente, varias veces me escapé de casa para ir de concierto con amigos. De hecho, a finales de los 90, había un grupo que nos flipaba mucho. Sonic Youth. Y vimos que tocaban en Oviedo. Apenas sin dinero y sin nada, nos fuimos para allá tras haber salido de fiesta. Llegamos allí, corriendo, pero no encontrábamos el sitio. Preguntamos por el Teatro Jovellanos, que resulta que estaba en Gijón. Así que cogimos el último bus, corriendo, pero llegamos justo cuando el concierto ya había acabado. Así que terminamos yendo a la fiesta post-concierto.

Todas las locuras que recuerdo son de ese estilo. Me he escapado varias veces para ver a grupos que me gustaban o incluso para tocar, con las primeras bandas que tenía.

Esta es la playlist de Artabe

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