Dos amigos de la infancia. Ellos son Carlos Amelivia y Miguel Llaguno. O lo que es lo mismo, Jack Bisonte. Tras la salida de de «Wood Crown», que los encasilló en un género más folkie, el dúo madrileño regresa con «The Playground», dispuesto a romper moldes. La gran presentación es este miércoles 18 de abril, en la Sala Siroco de Madrid. Hace unos días, hablamos con Carlos (voz y guitarra), que nos dio todos los detalles sobre este nuevo trabajo.
¿Cómo surge el concepto de «The Playground»?
Tras el primer EP, que lo publicamos un poco por ver qué pasaba y fue bastante bien, nos encasillaron muy rápido en la escena folk. Y, para nosotros, la música abarca infinitos espectros y nos apetecía hacer cosas nuevas, tonterías, cosas que nos divirtieran. Por eso, con «The Playground» queríamos probar y experimentar. Y hemos hecho un poco lo que nos sale de la vaina, para bien o para mal. Pero, al menos, nos divertimos mucho en el proceso.
Durante el proceso de creación, os recluisteis en una cabaña. ¿Sois de llevaros a ese límite para componer?
Eso llamó mucho la atención y no era nuestra intención. Nosotros tenemos un proceso creativo, que va por fases. Y en la fase final, los dos tenemos que estar en perfecta sintonía y pensar como uno solo. En ese momento, teníamos un poco el concepto en el aire y decidimos irnos a una pequeña cabaña. La mala suerte es que nevó mogollón y nos quedamos atrapados y decidimos que de eso tenía que salir algo guay.
Siendo amigos de toda la vida e iniciando este proyecto juntos, ¿en qué momento decidís profesionalizarlo?
Todavía no lo hemos decidido [risas]. Prácticamente, obligué a Miky. Estaba viviendo en Italia y tenía una banda de pop español con él, con la que no estaba convencido. Pero tras volver a España, tenía un puñado de canciones y lo tuve que obligar. Miky siempre había sido el crack de la batería, así que tuve que decirle: «vas a hacer equipo conmigo, quieras o no». Y nos metimos y nos dimos cuenta de que llenamos bastante con una guitarra y una batería. Lo de profesionalizarlo, creo que sale solo.
¿Por qué Jack Bisonte?
Pues esto es como cuando te haces un tatuaje gilipollas e intentas buscarle significado a posteriori. Hemos intentado construir anagramas, reconstruir las letras. Así que, Jack Bisonte simplemente es la personificación de la música que queríamos hacer. Es un nombre potente y tenía la fuerza animal que siempre ansiábamos.
Volviendo un poco al tema del EP, ¿cómo lo definirías en dos o tres palabras?
No puedo hablar por Miky, pero para mí, es la búsqueda de la originalidad. El algoritmo del éxito no existe, así que tienes que basarte en un reto personal y tratar de hacer las canciones de la manera más original posible.
¿Qué hay de diferente respecto al EP anterior y cómo habéis evolucionado vosotros?
En el EP anterior, éramos unos chiquillos aporreando una guitarra. Tampoco teníamos idea de cómo funcionaba este mundo. Lo hacíamos sin ningún tipo de ambición, ni conocimiento de causa. Con este, sí que tenemos más ambición. Al principio, no teníamos ni idea ni de control. Con este EP, estábamos más rodados y teníamos mucha más idea.
¿Cómo definirías el estilo de Jack Bisonte en un titular?
Diviértete, realízate y búscate a ti mismo. Pero sobre todo, diviértete siempre.
¿Cómo ha sido trabajar con Brian Hunt?
Muy guay, es un crack. Brian es la hostia. Se merece todo el reconocimiento del mundo y trabajar con él es una fiesta. Todo lo que ha hecho en tan poco tiempo, es increíble. Desde el minuto 0, hubo una conexión brutal con él. Y eso que es compleja la relación con un productor, porque está trabajando y modificando algo muy personal, como son tus canciones.
Tras el concierto del 18 de abril, ¿cuáles son los siguientes pasos de Jack Bisonte?
Tenemos algunos bolos y conciertos cerrados. Poco a poco iremos desvelando en redes sociales.
¿Qué es lo más loco que habéis hecho por la música?
Yo, dejar todos los trabajos que he tenido [risas].