Hey! Bastian es su gran salto, su gran cambio, su punto de inflexión. El proyecto vira hacia otros lugares y como resultado, tenemos un nuevo trabajo: «Millenials». Y, precisamente, sobre «millenials» y música, mucha música, estuvimos hablando con ellos hace unos días.
¿Cómo surge Hey! Bastian y por qué ese salto de Dreaming For A Day?
Hey! Bastian surge de una manera muy natural. Veníamos de otra banda, que era Dreaming For A Day. Veníamos del metal y del punk-rock, pero nos apetecía hacer algo mucho más tranquilo. Con Hey! Bastian cambiamos. Por ejemplo, pasamos del inglés al español. Y comenzamos a hacer música para pasarlo bien y que la gente disfrutara con nosotros. Además, se unió el tercer pilar a la banda, que es Eneko. Digamos que nos unió el indie.
Un cambio de estilo muy drástico, ¿no?
Aunque vengamos de géneros muy dispares, nos gustan otros artistas que son muy pop. Por ejemplo, Ed Sheeran o Harry Styles. La música comercial también nos flipa. El punto en común de los tres, era ese estilo más Twenty One Pilots o Two Cinema Club. Algo más movido y festivalero.
¿Es Hey! Bastian un antes y un después?
Sí, creemos que sí. Por eso cambiamos el nombre del grupo. Hubo tantos cambios naturales, que eso se tenía que reflejar de alguna manera. Aunque en un principio, no sabíamos si continuar con Dreaming For A Day o cambiar a Hey! Bastian.
Nos dio pena, porque con Dreaming For A Day llevábamos ya tres años. Pero la gente había acabado etiquetándonos. Nos habían encasillado en el grupo de «los moñas». Y queríamos romper la barrera de hacer música sin etiquetas. De ahí este disco.
¿Cómo definiríais este nuevo proyecto con un titular?
Nostalgia a flor de piel, disfrazado de diversión.
¿Cómo afrontáis esta nueva etapa?
Con unas ganas que alucinas. Llevábamos cerca de tres años componiendo el disco y queríamos que saliera ya, para que la gente lo escuchara. Necesitábamos «vomitar» todas nuestras inquietudes y este disco tiene mucho de eso.
¿Cómo sintetizarías «Millenials» en dos o tres palabras?
De «Millenials» diríamos tres palabras: nostalgia, diversión y sorpresa.
¿Y cómo surge todo el concepto del disco?
Una vez compuestas las canciones, a la hora de elegir título, nos dimos cuenta de que los tres del grupo estamos dentro del rango de «millenials». Además, las letras de las canciones hablan de esa sensación que pueden sentir ahora los «millenials». El título también tiene un tono irónico.
Precisamente, os íbamos a preguntar por el título. Si éste tenía un sentido o no.
Todo tiene sentido. Desde las letras hasta los títulos de las canciones, pasando por el mismo título del disco. Todo hace referencia a este momento que estamos atravesando, a esa incertidumbre que hace que no sepamos si «salirnos del rebaño» es bueno o malo. Es una cuestión que está en boca de todos, pero que de la que nadie se atreve a hablar abiertamente.
Luego, además, nos hemos dado cuenta de que hay gente a la que parece darle vergüenza ser «millenial». Y no es nada grave, a cada uno le ha tocado nacer en una época y vivir unas experiencias.
«Trastorno emocional» llegó como primer adelanto, con su respectivo videoclip. ¿Por qué esta canción?
Porque engloba la totalidad del disco. Tiene partes electrónicas, tiene su estribillo pegadizo y el resto de características que está en todo el disco, pero que no todas las canciones tienen. Así que decidimos que era la mejor. Además, todos tenemos un trastorno emocional y más en la época en la que vivimos. Y mogollón de personas nos han reconocido que se sienten identificadas con el tema.
¿Cuáles son los siguientes pasos de Hey! Bastian?
Lo primero es presentar el disco al público y que lo escuchen. Y lo siguiente ya va a ser tocar y llevarlo al directo. Tenemos ya algunas fechas cerradas por España, además de la presentación en Madrid, que será el 26 de mayo en el Perro de la Parte de Atrás del Coche.
¿Cuál es la cosa más loca que habéis hecho por la música?
Una vez que tocamos en Alicante y olvidamos el merchandising en Valencia, que fue donde actuamos la noche de antes. Fueron unos días intensos y, tras tocar en el Levante, decidimos volvernos a Pamplona. Del tirón y por la noche. Encima, nos equivocamos encima de carretera y tardamos mogollón.