En fotos: Carlos Sadness en Sala La Riviera
Él es pura magia y buenrollismo. Su apellido no le hace justicia, aunque como su música y su pelazo, es pegadizo y llamativo.
Él es pura magia y buenrollismo. Su apellido no le hace justicia, aunque como su música – y su pelazo -, es pegadizo y llamativo. Con su electricidad y su facilidad para conectar, llegó el pasado 2 de marzo a La Riviera, dispuesto a hacernos bailar.
Lo mejor es que no estuvo solo. En el momento de invocar a aquellas «Chicas pasándolo bien», aparecieron Varry Brava, los otros grandes representantes del buenrollismo en la música.
Y en la complicada tarea de abrir el concierto de Carlos Sadness: El Caloncho, que también logró enamorarnos de principio a fin.
Fotos por Abel Acevedo