La sonrisa de un niño

“La risa es la cura de la vida en todo corazón” cantan los Afro Brothers. Y de hacer reír a los niños del Hospital General de Elda, se encargan todos los fines de semana un grupo de payasos.

En su día a día son estudiantes, pero los sábados y los domingos se transforman. Como dice Marta Maestre, fundadora de la asociación: “Cuando nos ponemos la nariz roja, dejamos de ser nosotras para transformaros en nuestro clown, al que tenemos que formar y dar una nueva personalidad”.

Los orígenes

La técnica de Dr. Clown está basada en la idea de Patch Adams, médico estadounidense pionero en el uso de la terapia de la risa. Se dedicó a tratar a los pacientes de persona a persona, y no de médico a enfermo. Y lo que empezó en los años 80 con el doctor Adams, sigue presente gracias a la acción de grupos de payasos como el de Elda.

La terapia de la risa llegó a Elda hace dos meses gracias a la iniciativa de Marta Maestre, que conoció al grupo Dr. Clown Vicenza mientras estaba en Italia de Erasmus. “No quería que mi experiencia se quedara allí, así que cuando volví a España empecé a escribir un proyecto. Lo llevé a varios sitios, pero me ignoraban”. Finalmente, le recomendaron que lo desarrollara por cuenta propia y eso hizo. “Me inventé un curso de Clown y engañé a mis compañeras para que participaran y se unieran”. En Navidad crearon la asociación y en enero, desde el Hospital de Elda las llamaron para que subieran todos los fines de semana.

Valores de Clown

Ser Doctor Clown no es tarea fácil: abandonar la vergüenza, saber improvisar y tener conceptos de globoflexia son factores muy importantes para ser un buen payaso. Solo hay una regla: no tocarse la nariz bajo ningún concepto. De esta manera, las doctoras Smile, Hora, Farfallina, Fiore, Chispas, Pintoreta y muchas otras han estado formándose durante una temporada bajo las pautas de la doctora Cioccolatino.

Experiencias

En tan solo dos meses, han conseguido revolucionar y levantar el ánimo a toda la planta de pediatría. Una de las pequeñas pacientes, que va al hospital todos los fines de semana, espera impaciente a las doctoras y cuando estas llegan, las sigue de habitación en habitación. A otro de los niños, lo consiguieron levantar de la cama haciendo magia. Tras sacarle un pañuelo de la oreja, el pequeño salió de la habitación tras las doctoras.

En tan poco tiempo, esta iniciativa ha tenido mucho éxito. Está prevista para un año, pero existe la posibilidad de que pasado este tiempo, renueve por más tiempo y se expanda por otras plantas del hospital. Para Marta, el clown es una de las cosas más importantes que le han pasado en la vida. “Todos los que hayan hablado conmigo media hora, lo saben”.

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